Una de amor prohibido
Foto: María Rodríguez Creimer Ya quisiera escribir yo una historia de un amor tan profundo que pudiera sonrojar al propio océano Pacífico. Una de un amor épico, de esos que a pesar de todas las desventuras de legiones y legiones, siempre termina bien. O quizás una de triángulos o diamantes amorosos, para quienes aman las piruetas del destino y las siguen día a día a las 4 de la tarde. Pero no. Será más bien una historia común, una de tantas otras historias “desagradables”. Ya me gustaría a mí contarles historias de parejas que abandonan la monogamia, y lejos de blanquear los cuernos, blanquean que aman, y aman a más de una persona a la vez, evitando policonsumir cuerpos. O la historia de una niña que descubre que puede amar a más de un género a la vez. O historias de amorlibrenses y su lucha por dejar de verse y ver a las personas como mera propiedad privada, y a sus relaciones como susceptibles a la administración por parte de cualquier institución pode...